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RECICLANDO LA MEMORIA: RETOMANDO LA CIUDAD PERDIDA

 

La novena edición de la Bienal de Artes Visuales de Nicaragua, curada por Omar-López Chahoud alcanza una importancia especial en su historia: cuenta con 6 sedes en Managua, dos en León y dos en Granada. El tema “Reciclando la Memoria: retomando la ciudad perdida” induce a una nueva lectura de los acontecimientos que marcaron el rumbo de la historia reciente del país.

La mayoría de la población nicaragüense es menor de 40 años, por lo que tiene una memoria muy corta y no le tocó vivir sucesos que realmente marcaron el destino de la mayoría de los habitantes mayores de ese rango de edad, y que tuvieron repercusión en todos los estratos de la sociedad. En este particular, Managua --su capital-- ha sido arrasada en tres ocasionespor tres terremotos: 1885, 1931 y 1972. La Vieja Managua, que era como un pueblo grande, de construcciones medianas y en donde la mayoría de la población se conocía, tenía un encanto especial. De ella, solo queda el recuerdo en la memoria de los que la vivieron intensamente. Entre 1977 y 1979, se vivió en todo el país una época de agitación constante que desembocó en el derrocamiento de la dictadura somocista, establecida en el país desde 1937. Los años de la Revolución (1979 a 1990) marcaron irreversiblemente las vidas de los que se quedaron a vivirla y de los que se fueron al exilio. Los que se quedaron, con la ilusión de construir al hombre nuevo y con el sentir de que sus ideales habían sido alcanzados, se avinieron a épocas de racionamiento dada la escasez de productos que se generó a consecuencia de un duro embargo decretado por el gobierno de los Estados Unidos, el que a su vez financió la lucha armada o contrarrevolución para derrocar al régimen sandinista. Igualmenteduro resultó para los que se fueron el tener que abandonar la tierra que los vio nacer y, en algunos casos, parte de su familia, así como enfrentar una cultura y un país nuevos. En 1990, el Frente Sandinista de Liberación Nacional perdió las elecciones y Violeta Barrios de Chamorro asumió el poder. Entre 1990 y 2014, se han dado cambios significativos en todos los órdenes: político, económico y social.

Poco queda de lo que fue la Vieja Managua; las fallas geológicas que la cruzan de Norte a Sur y, en algunos casos, de Este a Oeste, obligaron a que la Nueva Managua se expandiera más allá de lo que fue el casco urbano de la antigua ciudad, generando una serie de núcleos comerciales o habitacionales aislados uno del otro, lo que obliga a movilizarse sobre ruedas en todos los casos. Se perdió para siempre el encanto de salir del trabajo y caminar por la Avenida Roosevelt en Managua para encontrarse con los amigos en una “fuente de soda” o para ir de tiendas. Esta edición de la Bienal quiere reivindicar la memoria de esa ciudad que tanto añoramos. Quiere descifrar el misterio de por qué cuando se pregunta por una dirección en Managua, responden: “De donde fue el portón de la Mansión Teodolinda…” “De donde fue…” Por eso, no encontramos mejor forma que pedir a los artistas contemporáneos su aporte para que a, través de su arte, den respuestas nuevas, actuales, frescas, justas y cargadas de esperanzas renovadas.

 

Juanita Bermúdez

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